El teletrabajo perjudica a las personas que no están acostumbradas a organizar su propio trabajo y a ser disciplinadas. Con esta forma de trabajo es fácil distraerse y desmotivarse y, por tanto, reducir la productividad. Así que, el desafío es encontrar el punto adecuado para ser productivos y no procrastinar.
Estos ocho ejercicios nos ayudarán a mejorar:
- Define los horarios en los que vas a trabajar. Y programa una alarma para que te avise del FIN de la jornada.
- Define los objetivos que vas a conseguir cada semana. Elige un día fijo y una hora en la que te vas a dedicar a esa planificación.
- Piensa y escribe todas las ideas que se te ocurren para sentirte cómodo en tu espacio de trabajo (unas flores, una vela, unas fotos...).
- Escribe las tres o cuatro herramientas digitales que vas a utilizar y piensa si necesitas dedicar un tiempo de formación para familiarizarte con ellas.
- Prepara un folio para escribir en él todas las distracciones que aparecen en tu jornada laboral (levantarme a la nevera, niños, móvil…). Y cuando termine el día anota soluciones que puedes llevar a cabo para cada distracción.
- Prepara otro folio para que todos los días, al terminar la jornada laboral, te preguntes: ¿qué podría haber hecho hoy diferente para mejorar mi productividad.
- ¿Cuáles son los acuerdos que tienes que hacer en casa para que te dejen trabajar en tu horario sin interrupciones? Escribe una propuesta y comunícala a tu familia. Por ejemplo, sus tiempos de concentración pueden ser también los tuyos, y podéis compartir todos los mismos momentos de recreo y descanso.
- Por último, escribe cuáles son los premios que te vas a dar si cumples con tus objetivos. Y cuáles serán las actividades de desconexión en los días libres.
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