¿Tengo una relación dependiente?

Si mi felicidad depende de otra persona, mi sufrimiento está asegurado.

 

¡Que levante la mano el que nunca haya tenido una relación dependiente!

 

Es realmente difícil iniciarnos en nuestras relaciones amorosas de manera sana. Nos lo ponen difícil. La educación, las películas, las canciones, la publicidad... Los mitos del amor romántico nos persiguen. 

 

En este artículo nos vamos a centrar en la dependencia emocional en la pareja. Pero cabe destacar que también es habitual vivir dinámicas tóxicas en otro tipo de relaciones: entre amigos, entre compañeros, con el jefe, en la familia...

 

A continuación, podemos ver 23 señales o actitudes que nos alertan de que algo no va bien, de que quizá no estemos en una relación sana o que quizá seamos dependientes emocionales:

 

1. Antepongo las necesidades de mi pareja. Primero sus necesidades, después las mías. Tengo la necesidad de agradarle.

 

2. Siento que tengo poca autoestima.

 

3. Tengo creencias irracionales sobre las relaciones y el amor. Creo en el mito de la media naranja, el amor para siempre, que el amor todo lo puede...

 

4. Siempre he estado en pareja. O en una búsqueda continua de la siguiente relación.

 

5. Miedo extremo a perder a mi pareja.

 

6. Prefiero seguir sufriendo a dejar la relación.

 

7. En mi relación existe maltrato físico o psicológico. Mi pareja no me respeta, no me trata bien, me insulta, me humilla, me menosprecia, me miente...

 

8. Quiero controlar la vida de mi pareja. Estoy alerta y pendiente de todo lo que hace. También muestro desconfianza y realizo conductas de comprobación (controlo redes sociales, móvil...).

 

9. Mi relación me genera ansiedad, estrés y pensamientos obsesivos.

 

10. Tengo sentimientos de vacío, preocupación constante y culpa cuando pienso en mi relación de pareja.

 

11. Padezco una ansiedad de separación y un síndrome de abstinencia si no tengo a mi pareja. Me empeño en que lo hagamos todo juntos, me justifico diciendo que no necesito nada más y cuando no lo consigo sufro.

 

12. Idealización de mi pareja. Solamente me estoy fijando en las cosas que me aporta sin hacer una balance real.

 

13. Tengo miedo a la soledad.

 

14. Desatiendo otras áreas de mi vida (amigos, familia, ocio, trabajo) porque la relación es mi prioridad.

 

15. Siento que mi pareja no me admira o valora. O yo no admiro a la otra persona.

 

16. No recibo lo que considero indispensable en una relación.

 

17. Mi pareja no me anima a conseguir mis sueños.

 

18. No queremos lo mismo del futuro o de la relación. Nuestros proyectos y nuestros valores no van en la misma dirección.

 

19. Lo dejamos y volvemos reiteradamente. Me aferro a las reconciliaciones. 

 

20. No generamos alternativas y soluciones en los conflictos. Solamente damos vueltas a los mismos temas una y otra vez o dejamos asuntos sin hablar ni solucionar.

 

21. Quiero cambiar a la otra persona. Me agarro a la esperanza de que va a cambiar. 

 

22. Lo que dice y hace mi pareja no coincide. Y me autoengaño con lo que dice con la esperanza de que lo cumpla.

 

23. Siento que necesito a mi pareja. Y que no puedo seguir adelante sin esa persona.

 

 

¿Qué hago si me siento identificado con esas señales? La clave está en reforzar nuestra autoestima y en aprender a estar solo. Solo cuando estoy bien conmigo mismo puedo crear relaciones sanas y sólidas. El resto va directo al fracaso. Otra persona me tiene que sumar, una vez que yo ya estoy completo. Ahí es donde una relación fluye, porque las relaciones de pareja sanas fluyen y son fáciles. 

 

 

La felicidad está en ti. No la busques fuera. Encuéntrala dentro.

 

 

La buena noticia es que tenemos el control de nuestra vida. Tenemos una responsabilidad en esas relaciones tóxicas. Alguien me puede faltar al respeto, pero yo tengo que poner límites.

 

Pero necesitamos reaccionar rápido, porque si no lo hago a tiempo, entraré en el bucle de la dependencia y me costará mucho salir. Es un círculo vicioso, si sigo en la relación mi autoestima seguirá bajando y si nuestra autoestima baja, será imposible tomar la decisión de dejar a mi pareja, y así entro en un bucle interminable. 

 

 

Tips para ser emocionalmente independiente:

 

  • Decide por ti mismo, no consultes. Toma decisiones.
  • No te compares. 
  • Conoce gente nueva.
  • Entrena las habilidades sociales para aprender a poner límites de una manera asertiva.
  • Conócete y entiende mejor cómo eres.
  • Mejora la autonomía, sal de la zona de confort y empieza a realizar cosas solo.
  • Trabaja las creencias irracionales sobre las relaciones y los mitos románticos. 
  • Consigue contacto cero con esa persona tóxica.
  • Pide ayuda. Empieza un proceso terapéutico. No es fácil salir de la dependencia emocional.

 

Cuando consigo la independencia emocional y refuerzo mi autoestima es el momento en que puedo construir nuevas relaciones, si es lo que me apetece. Aunque, para empezar una nueva relación tengo que saber exactamente qué busco en una pareja y tenerlo muy claro. No puedo elegir a alguien que no me encaja y luego pretender cambiarle. Tengo que saber cuáles son mis valores básicos. También es fundamental que aprenda a iniciar relaciones despacio, sin prisas, disfrutando de cada etapa y conociendo a la otra persona poco a poco.

 

 

No quiero que me completes, porque ya estoy completo.

Quiero que me complementes.

 

 

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