¿Cómo podemos reducir la ansiedad?

Ansiedad. Una de las palabras que más escucho en la primera entrevista con los pacientes, una de las emociones que más nos asusta y nos paraliza.

 

La ansiedad es algo normal en nuestro organismo, nos ayuda a funcionar mejor cuando lo necesitamos. El problema viene cuando su intensidad es demasiado elevada y nos paraliza e incapacita. Ahí es cuando tenemos que buscar técnicas que nos ayuden a conseguir niveles más bajos.

 

A continuación, os dejo diez aspectos a trabajar para mejorar la relación con la temida ansiedad.

 

  • Módulo educativo. Necesitamos entender cómo funciona la ansiedad, qué es normal y qué es patológico. Comprender el círculo vicioso en el que entramos cuando empezamos a evitar situaciones. Y saber diferenciar los síntomas de la ansiedad de los síntomas relacionados con problemas médicos.
  • Sueño. Es necesario que descansemos, que tengamos un buen hábito de sueño, que eliminemos las pantallas de nuestra rutina de noche y que instauremos un ritual más saludable.
  • Alimentación. Al igual que ocurre con el sueño, necesitamos una buena alimentación para poder realizar un buen manejo emocional. Sin esa base es difícil construir todo lo demás.
  • Actividades agradables. Necesitamos actividades de desconexión, de disfrute. Es importante dedicar tiempo al ocio, planificarlo y variarlo.
  • Conectar con nuestros valores y objetivos. Viene bien pararse y pensar en cada una de las áreas de nuestra vida. Pensar cómo estamos en este momento, qué queremos conseguir y qué ideas tenemos para lograrlo. 
  • Planificación y gestión del tiempo. Una falta de planificación en nuestras vidas nos somete a tensiones y ansiedades. Si dedicamos tiempo a pensar, planear y optimizar nuestro tiempo, conseguimos una sensación de control.
  • Terapia cognitiva. Aprender a llevarnos bien con nuestros pensamientos, conocer cómo funciona nuestra cabeza y buscar técnicas par manejar todo ese pensamiento irracional y anticipatorio que acompaña a la ansiedad. La escritura será nuestra mejor aliada para llevarlo a cabo.
  • Exposición. Llega un momento en que no nos sirve con trabajar el pensamiento, necesitamos entrar en acción y exponernos gradualmente a nuestros miedos. Demostrarle a nuestra cabeza que no nos quedamos paralizados y que vamos afrontando todas estas situaciones.
  • Meditación y mindfulness. Es necesario meter en nuestro día a día técnicas que nos hagan vivir más conscientes y que nos ayuden a relajarnos y a conectarnos más con nosotros mismos.
  • Lecturas complementarias. Siempre viene bien acompañar los procesos de cambio de libros que nos ayuden a comprender nuestras dificultades y que nos aporten nuevas ideas para integrar en nuestra vida.

 

¿Cuál de estos ámbitos tienes más descuidado o descontrolado? ¿Te ves capaz de hacer mejoras en esa dirección o es el momento de pedir ayuda?

 

 

 

 

 

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