En septiembre os dejaba diez pequeños tips que podían darnos ideas para mejorar rutinas y modos de organizarnos en nuestro día a día. Este mes te dejo otras diez recomendaciones para que vuelvas a evaluar si puedes mejorar algo o si te apetece incorporar alguna nueva tarea en tu vida.
1. Despierta gradualmente. ¿Empiezas el día con una alarma horrible, mirando el móvil y con prisas? ¿Cómo vamos a tener un buen día si lo empezamos con tan mal pie? Nuestro cerebro merece despertar poco a poco, con actividades de autocuidado que nos ayuden a arrancar con energía y sin ansiedad. Y, por supuesto, no necesitamos las pantallas en la primera hora del día. El móvil no tiene que ser lo primero que miramos, no necesitamos saber quién nos escribió o qué hay en las redes nada más despertar; primero hábitos para mí, de autocuidado, después ya me preocupo por los demás.
2. Deja de negar los cumplidos. Cuando los demás te hacen un cumplido te están haciendo un regalo que mereces, acéptalo, no lo rechaces. Cuando te hagan halagos di "gracias", ni lo niegues, ni lo justifiques, quédatelo para ti.
3. Escribe, lleva un diario. Un diario es un acto de autocuidado, una poderosa herramienta que nos brinda el espacio para entender lo que nos está pasando. Nos da la oportunidad de descubrir nuestros sentimientos reales, nos ayuda a atravesar capas y ver lo que sale. Nos ayuda a conectar ideas, a atar cabos. Es una oportunidad de desconectar, reorganizarse y relajarse. La clave para incorporar este hábito a nuestra vida es ponérnoslo fácil. A veces queremos hacer un buena escritura, escribir mucho o seguir un formato determinado y, en realidad, se trata de hacer un vaciado de nuestros pensamientos e ideas al papel, sin más expectativa.
4. Tolera el silencio. Escúchalo. ¿Eres de esas personas que siempre están con ruido de fondo, que si están en casa ponen la tele o la música? Nuestro cerebro necesita parar, descansar, encontrarse frente a frente con los sentimientos y emociones. Busca espacios de silencio en tu día a día o escapa a la naturaleza para encontrarlos y, simplemente, encuéntrate contigo mismo.
5. Ordena. Vive en orden y cuida el ambiente en tu casa. Mantener nuestro entorno ordenado aporta una gran cantidad de beneficios a nivel emocional. El caos visual afecta a nuestro estado de ánimo. Una de las mejores formas de vivir en un entorno ordenado y armónico consiste en establecer rutinas que eviten que el caos se apodere de tu casa y no tengas que dedicar un fin de semana entero para limpiar y colocar. ¿Cuáles son esos pequeños gestos que te ayudarán a que el desorden no se apodere de tu hogar? Cuida los detalles y haz de tu casa un espacio agradable: utiliza velas, brumas, aceites esenciales, coloca flores frescas...
6. Realiza actividades solo. Planificamos muchas actividades con amigos, pareja y familia y se nos suele olvidar cuidar nuestro ocio en soledad. Y si lo hacemos es porque no tenemos un plan mejor. ¿Qué mensaje le estamos mandando a nuestro cerebro? Le estamos diciendo que nuestra compañía no es buena. Contar con la gente es genial, pero no puede ser determinante, ni el motor para ponernos en marcha, necesitamos disfrutar en soledad. Sal de casa y ten una cita contigo mismo: tomar un café, comer, cenar, pasear, ir a la montaña, cine, teatro, compras, playa, hacer fotos... ¿Hay alguna actividad que no eres capaz de realizar sin compañía?
7. Planifica el día siguiente. El hábito de planificar tu próxima jornada tiene un impacto positivo en tu vida: te permite ahorrar tiempo, te organiza y tranquiliza la mente con una sensación de control y te ayuda a dormir mejor. Además, tener muy claro qué es lo que tienes que hacer al día siguiente (incluidas las tareas de autocuidado y agradables) nos hace empezar el día con motivación.
8. Di no al multitasking. Haz las tareas de una en una. Termina las cosas, quítalas de en medio. Tener mil frentes abiertos es un foco de ansiedad y al final te quedas sin motivación y concentración para realizar tus tareas. Focaliza y termina. ¿Eres de los que tienen mil frentes abiertos? Haz espacio a lo nuevo cerrando lo viejo.
9. Marca límites en el trabajo. A veces no somos conscientes de la cantidad de tiempo que trabajamos, especialmente si somos autónomos o teletrabajamos. Sería buena idea definir una hora máxima para terminar la jornada, días en los que no vas a trabajar o número de horas máximo a la semana. O tal vez, los límites los tienes que poner por objetivos y definir el trabajo máximo que puedes asumir o valorar cuándo tienes que decir "no" a más trabajo.
10. Delega. No pretendas hacerlo todo. No pretendas controlarlo todo. Las cosas no tienen que hacerse justo como tú quieres. Elige tareas que puedas delegar y olvídate. Las cosas pueden hacerse de mil modos diferentes, lo importante es que se hagan y que no tengas tantos frentes abiertos. ¿Te cuesta soltar y delegar? ¿Cuáles son esas actividades que te pesan, que te dan pereza, que no te aportan y que podrías delegar en otra persona?
¿Encuentras alguna idea para realizar mejoras en tu vida?
¿Has encontrado cosas que ya haces y de las que te sientes orgulloso?
Escribir comentario
M.Ángeles Gálvez Raya (miércoles, 05 octubre 2022 09:14)
Qué recomendaciones más interesantes, a mí me cuesta bastante delegar, y me agobio bastante cuando tengo mil cosas por hacer la verdad...
*LAURA MARTÍN FREIJE* (miércoles, 05 octubre 2022 15:58)
Muchas gracias M.Ángeles ;-)
Delegar es difícil, a las personas perfeccionistas nos cuesta un montón!
INES (miércoles, 30 noviembre 2022 10:43)
mi principal conflicto conmigo mismo es relajarme de todos los frentes abiertos me quedo con la nº10 hay que intentarlo.
*LAURA MARTÍN FREIJE* (miércoles, 30 noviembre 2022 15:02)
Muchas gracias Inés ;-)